Cambios positivos en el mercado laboral gracias al COVID-19

Trabajar desde casa ya es una realidad, con la llegada del COVID-19 surgió la necesidad de implementarlo en todo el mundo, pues forzó a que organizaciones y empresas tuvieran que cambiar sus rutinas y estrategias, para acatar las normas de distanciamiento social.

Desde el lado empresarial, como del colaborador ha habido una valoración positiva de esta modalidad, pues poco a poco se ha dejado atrás esa idea del modelo de trabajo basado en la cobertura de horas y horarios, por uno más eficaz basada en el cumplimiento de metas y objetivos.

En México esto también propició a que el teletrabajo fuera regulado, y actualmente ya haya sido aprobada una reforma para normalizar el home office, que en unos meses comenzará a ser aplicada.

De acuerdo a información de FlexJobs, se estima que 42.5 % de las fuerzas laborales de todo el mundo trabajarán fuera de la oficina en 2022.

Esta situación ha hecho a las organizaciones replantearse su forma de evaluar a sus equipos de trabajo, intuir la productividad por el presentismo o por la evaluación de desempeño anual, ya está siendo modificada. Las industrias están tomando nuevos modelos de evaluación continua con periodicidades más cortas, inspirados en los modelos ágiles “Objective by Key Results” (OKR) que tanto éxito han reportado empresas como Google, Netflix o Twitter.

La evaluación continua ha venido para quedarse y dar confianza a esas organizaciones que todavía les cuesta entender que exigir la presencia en oficinas, solo reduce la productividad y la atracción de talento nuevo. Una evaluación debe ser ágil, flexible y sencilla.

Para sobrevivir al impacto causado por esta pandemia, muchos negocios han tenido que recurrir al uso de herramientas digitales para seguir operando, como mencionamos, la aplicación del trabajo desde casa, así como realizar compras y ventas online, o gestionar procesos de producción de forma remota.

En momentos como este, la digitalización es lo que está ayudando a sobrevivir a muchas empresas y negocios que se han visto afectados por la contingencia. Aunque muchos ya hacían uso de la tecnología, esta situación orilló a muchos a actualizarse y formar parte del mundo digital, trayéndoles diversos beneficios a menor costo.

A causa de dicha transformación digital, destaca en México el incremento de la entrega de pedidos a domicilio con un 45.0% más, el lanzamiento de promociones especiales vía internet con un 33.8%, el home office con un 32.6% y las ventas por online con un 29.6%. Según datos de la agencia The CIU.

Tener resiliencia, es la capacidad que tiene un sistema, persona, organización, comunidad, ecosistema o país, de manejar el cambio y continuar desarrollándose. La resiliencia no es adivinar el futuro; se trata de desarrollar la capacidad de tomar un proceso de estrés y convertirlo en renovación y progreso.

Las industrias han tenido que aprender a serlo, una empresa resiliente se define por cómo actúa durante la crisis, al tener claro y determinar los riesgos a los que se enfrenta, al definir las responsabilidades de los ejecutivos y el personal, y al tomar las decisiones adecuadas para cambiar acertadamente y seguir adelante ante una contingencia.

Y aunque resulte difícil de ver, en este periodo de aislamiento muchas organizaciones reorientaron sus metas y objetivos, vieron esto como una buena oportunidad para crear un nuevo enfoque o modelo de negocio.

Los millennials son una generación que, en su mayoría, estarían dispuestos a ganar menos si trabajan para una empresa que comparte sus valores.

Los profesionales actualmente quieren vivir experiencias diferenciales como empleados, ser importantes en su compañía, sentirse valorados y, sobre todo, útiles en la construcción de un proyecto que aporte valor a la sociedad.

La conocida cita de Peter Druker, “La cultura se come a la estrategia para desayunar”, se ve reforzada en el momento que actualmente vivimos. Y la cultura se construye desde los directivos, referentes internos que deben trabajar de manera acorde a lo que se les pide a sus empleados.

A causa del COVID-19 el 78% de las empresas en México tuvo que cambiar y mejorar sus objetivos individuales y organizacionales, de acuerdo a información de la agencia Deloitte.